Las directrices que guían a la OMSA en materia de bienestar de los animales terrestres incluyen las «cinco libertades». Enunciadas en 1965 y ampliamente reconocidas, describen las expectativas de la sociedad en cuanto a las condiciones a las que están sometidos los animales cuando están bajo el control del hombre, es decir:
Bioseguridad
Fiebre Aftosa
La fiebre aftosa es una enfermedad animal transfronteriza que afecta gravemente la producción de ganado, alterando el comercio regional e internacional de animales y productos de origen animal. Se estima que la enfermedad circula en el 77% de la población mundial de ganado en África, Oriente Medio y Asia, así como también en un área limitada de América del Sur. Los países actualmente libres de fiebre aftosa permanecen bajo amenaza constante del ingreso de la enfermedad. El 75% de los costos atribuidos al control y prevención de la fiebre aftosa son incurridos por países de ingresos bajos y de ingresos medianos-bajos. África y Eurasia son las regiones que incurren en los mayores costos, representando el 50% y el 33% de los costos totales, respectivamente. La tasa de morbilidad puede llegar al 100% en poblaciones de ganado susceptibles. Una estrategia global para el control de la fiebre aftosa fue aprobada en 2012.
Influenza Aviar
Con terribles consecuencias para la industria avícola, los medios de subsistencia de los productores, el comercio internacional y la salud de aves y mamíferos silvestres; la influenza aviar, también conocida como «gripe aviar», ha captado la atención de la comunidad internacional desde hace varios años.
A menudo, cuando se produce un brote, se decide sacrificar a todas las aves de corral, tanto infectadas como sanas, con el fin de contener la propagación de esta enfermedad, lo que supone grandes pérdidas económicas para los productores y un impacto a largo plazo en sus medios de subsistencia.
Sin embargo, las aves de corral no son las únicas afectadas. Las aves silvestres también pueden ser víctimas del virus de la influenza aviar, además de poder desempeñar un papel importante en la propagación de la enfermedad. Las aves migratorias, especialmente las aves acuáticas, pueden ser reservorios naturales de virus de influenza aviar y desempeñan un papel en la propagación de los virus a lo largo de extensas áreas geográficas, convirtiéndose también en víctimas de la enfermedad.
Esta enfermedad es también objeto de gran preocupación para el sector de la salud pública. Si bien el virus de la influenza aviar circula en las aves domésticas y silvestres, se han observado casos esporádicos en los seres humanos.
Peste porcina africana
Responsable de pérdidas masivas en las poblaciones de cerdos y de graves consecuencias económicas, la peste porcina africana ha generado una de las principales crisis de la industria porcina en los últimos años. Actualmente presente en varias regiones del mundo y, esta enfermedad no sólo perjudica la sanidad y el bienestar de los animales, sino que también acarrea impactos negativos para la biodiversidad y las fuentes de ingresos de los productores. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) trabaja con sus socios, la industria y expertos con el fin de respaldar a los países en sus esfuerzos para prevenir y controlar esta devastadora enfermedad de los cerdos.
Brucelosis
La enfermedad fue descrita por primera vez durante la Guerra de Crimea, y en 1887 el Dr. David Bruce identificó la bacteria. En 1897, el Dr. Bernhard Bang identificó aBrucella abortus, y a partir de entonces la infección empezó a ser conocida como enfermedad de Bang o brucelosis. La transmisión al ser humano, debida casi siempre al consumo de leche cruda de animales infectados, provoca en las personas una grave enfermedad debilitante. La brucelosis es una importante causa de caída de la producción de ovinos, caprinos, bovinos y porcinos, lo que en países en desarrollo merma notablemente los medios de subsistencia de los productores.